Escándalo Dembélé: “¿Es verdad?”. Y lo es (y Messi está en el lío)

El fichaje estrella del pasado verano ha cerrado una temporada nefasta que sólo puede salvar el Mundial, en el Barça así lo esperan

Cuando el Barça oficializó la marcha de Neymar al Paris-Saint Germain por 222 millones de euros, tanto la afición como la dirección deportiva decretaron el estado de alarma.

Había entrado en el club una cantidad desproporcionada de dinero, pero el impacto emocional de haber perdido a una referencia del equipo que estaba destinado a ser el relevo de Leo Messi fue demasiado grande.

Ante la emergencia de suplir al brasileño y la imposibilidad de cerrar tanto a Marco Verrati como a Philippe Coutinho – al que acabarían fichando en invierno – el nombre de Ousmane Dembelé se marcó en rojo como único recambio posible.

Ousmane dembele leganes

El club azulgrana necesitaba un jugador que despertara ilusión y con posibilidades de estar entre los mejores del mundo en los siguientes años, y optó por el francés como jugador elegido.

Ahora, una temporada más tarde, nadie duda en calificar el curso del francés de nefasto y el escándalo que supone su situación afecta a todos los estamentos de la institución. En todos los círculos de la ciudad deportiva del Barça corre la misma pregunta: “¿Es verdad?”

La operación imposible

La respuesta a la cuestión que persigue a todos los directivos es que sí, que se busca equipo para Dembelé de cara al año que viene, pero que no hay forma de encontrarle acomodo en ningún equipo grande.

Leo Messi y Luis Suárez han defenestrado al jugador galo, y exigen la llegada de Antoine Griezmann para ocupar el tercer puesto de ataque del equipo. Por ello, el Barça se apresura en desprenderse de Dembelé, pero no lo consigue.

Ni el Atlético de Madrid está interesado en cambiarlo por su jugador clave a no ser que sea a través de una cesión, ni el Liverpool se plantea pagar 100 millones por él para suplir a Mohamed Salah.

Dembelé sólo saldrá si es en forma de cedido, e incluso bajo este formato el Barça tendrá que asumir parte del sueldo del exjugador del Borussia Dortmund. Las prisas por ficharle colocaron al jugador en una situación privilegiada, y ahora se ha convertido en un problema en Barcelona.