“Es más malo que Dembélé y Coutinho juntos”. Y está en el Barça. Luis Suárez, Messi y Piqué callan

El tapado entre los culpables de la humillación del Liverpool

Actitud, profesionalidad, ganas, amor propio, honor… Nada de eso tuvo ningún jugador del Barça este martes en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League contra el Liverpool. Ni siquiera vergüenza.

Después de una semana recordando que se había aprendido mucho de la experiencia de Roma de la pasada temporada, los culés volvieron a cometer los mismos errores del último curso.

Pero los futbolistas no fueron los únicos que cayeron en el mismo pozo que hace 12 meses. Ernesto Valverde también se cubrió de gloria.

Ernesto Valverde Liverpool

Ernesto Valverde no se libra

El entrenador dispuso la misma alineación de la semana pasada, sin un solo cambio, en una clara declaración de intenciones que dio alas al Liverpool. Los blaugrana salieron a verlas venir, en lugar de ir a por un gol que hubiera dejado el cruce casi visto para sentencia. El Txingurri dispuso un escenario de idas y venidas en el que los blaugrana no se sienten cómodos en absoluto.

Además, tampoco supo reaccionar cuando se vieron los problemas que estaba pasando el equipo en la primera mitad. Valverde no sacó a Coutinho del terreno de juego, si es que estuvo en algún momento, hasta el minuto 60, cuando el resultado ya era de 3-0. Es decir, el Barça estuvo jugando durante una hora con uno menos, y Valverde ni inmutarse.

Y sí es cierto que, como dijo en la rueda de prensa posterior, al final son los jugadores los que juegan. Pero estos lo hacen en pro a lo que el míster les inculca.

Los cracks callan

Tanto en cuanto a las alineaciones, como respecto a los cambios, así como en las charlas de motivación. Y anoche se vio el resultado de cómo gestiona el técnico este tipo de situaciones de alta tensión. Está visto que no es lo suyo. “Es más malo que Dembélé y Coutinho juntos”, apuntan ya en un sector importante de la afición.

Un técnico que, señalan en la ciudad condal, si está donde está es porque los jugadores lo han pedido. Quieren a Ernesto en el banquillo. Pero también se cuenta en el Camp Nou que si lo quieren es por su mano blanda y porque algunos, con él al mando, campan a sus anchas por el vestuario.