El primer fichaje clave de Monchi para la Roma es un crack del Barça

El ex director deportivo del Sevilla quiere birlar un cromo a Valverde

Falta un mes para que se abra el mercado de fichajes de forma oficial. Sin embargo, los grandes clubes de Europa ya trabajan a destajo para reforzar sus respectivas plantillas.

Quieren cerrar los nuevos fichajes cuanto antes. Para empezar a trabajar con ellos y facilitar una transición dulce y rápida a los recién llegados.

Uno de los clubes que se tendrá que poner las pilas es la Roma. Empieza una nueva etapa sin su gran capitano, Francesco Totti.

El gran fichaje veraniego del equipo no es un futbolista, sino el director deportivo más famoso del fútbol español: Ramón Rodríguez Verdejo.

Pero nadie conoce al ex director deportivo del Sevilla por ese nombre. Todo el mundo le llama Monchi, y es poco menos que una eminencia en cuestiones de mercado.

En el club andaluz destacó por fichar bueno, bonito y barato en infinidad de ocasiones. Las gangas que encontraba en seguida se revalorizaban, dejando suculentos ingresos en la entidad de Nervión.

Ahora, en su primera aventura internacional, Monchi se atreve a tocar la cara al Barça. Uno de los talentos del club catalán lleva tiempo –años– en su agenda.

El elegido por Monchi

El elegido es Denis Suárez, un futbolista al que ya fichó cuando todavía dirigía la parcela técnica del Sevilla. Y en el club hispalense, Denis brilló.

Luego fue a parar al Villarreal y, más tarde, regresó al Barça. Sin embargo, en su primer año oficial con el primer equipo, a las órdenes de Luis Enrique, no ha contado con muchas oportunidades.

Y todo apunta a que lo tendrá peor el próximo curso. Robert Fernández trabaja a destajo en la contratación de un centrocampista top que le cerrará todavía más las puertas al gallego.

La prioridad del Barça es Marco Verratti. Si llega el italiano, Denis no solo tendrá que lidiar con él, sino que tendrá otros tres jugadores por delante: Iniesta, Rakitic y André Gomes.

Es por ello que la marcha de Suárez rumbo a la Roma no se ve con malos ojos. El Barça lo aceptará si el club italiano paga bien. Si no, podría marchar cedido.

El problema del jugador es que lleva ya varios años cambiando de equipo sin parar y no consigue asentarse en ningún lugar. Una nueva cesión es como poner otro palo a las ruedas de su carrera.