El Periscope de Piqué desata comentarios poco amables en el vestuario del Barça

La innovación de Gerard para comunicarse con los seguidores desagrada a parte del equipo

Gerard Piqué siempre va a la última. Futbolista y empresario, el 3 es un gran conoceder de las nuevas tecnologías. En los últimos días, el defensa internacional ha descubierto Periscope, una herramienta de Twitter para compartir imágenes en directo con sus seguidores vía móvil. Su primera aparición a través de la apliación, hace una semana, tras la victoria ante el Sevilla, fue en solitario. Repitió en Vallecas, en aquella ocasión con el grupo, y en Eibar ha vuelto a desvelar las interioridades del vestuario. No gusta a todos.

Piqué ha encontrado aliados para el Periscope en el vestuario como Jordi Alba y Jeremy Mathieu, que incluso simuló ante la cámara que se fumaba un cigarrillo en el avión de regreso de Eibar. El defensa descubrió, además, que Sergio Busquets juega al parchís en los viajes. Otros compañeros se mostraron más secos con la última de Gerard. Javier Mascherano pidió respeto porque se encontraba hablando con su mujer. Leo Messi prefirió no hablar. Y Pepe Costa, de la oficina de atención al jugador, que en la zona mixta de Ipurúa ayudó al central con el Periscope, le pidió en el avión que cortase la grabación.

El Periscope no agrada a todos en la plantilla. Menos, todavía, en el staff. Mucho menos en los medios de comunicación, que se ven cada vez más prescincibles en el enlace estrellas-lectores. Y mucho, mucho menos en el club, donde las últimas tecnologías obligan a reordenar la estrategia de comunicación. Entre otras cosas, porque los medios de Madrid ya utilizan cualquier detalle para atacar al Barça y poner en cuestión el buen ambiente del vestuario, como en la pregunta de Piqué a Aleix Vidal: «¿Qué tal el banquillo?». Una broma que, sacada de contexto, puede llevar a equívocos.