Dembélé se mete en un lío muy feo con Messi

El delantero francés y su última polémica en el vestuario azulgrana

Ousmane Dembélé se ha metido en un lío de los gordos. Y todo por culpa de Philippe Coutinho. El delantero francés ha asegurado a sus más allegados que la llegada del centrocampista brasileño responde más a un capricho de Leo Messi y de Luis Suárez que a las necesidades reales de la plantilla.

Según Dembélé, los dos cracks echaban de menos un jugador con un perfil tipo Neymar, driblador y buen pasador como es Coutinho, y tiene miedo que con Philippe ya en la plantilla, sus opciones mengüen.

Íntimos

El caso es que parte de razón tiene. Suárez ya coincidió con Coutinho en su etapa en en Liverpool y tienen una gran amistad. Y todo aquel que sea amigo de Luis es amigo de Leo.

De hecho,  ya se han movido para encontrarle al crack una casa en Castelldefels cerca de donde viven los dos. Una seña inequívoca de que tanto el uruguayo como el argentino han recibido al brasileño con los brazos abiertos.

Otro estilo

Pero el principal miedo que tiene Ousmane no es tanto la amistad que puedan tener los dos cracks con el recién llegado, sino la influencia que tiene Leo a la hora de decidir quien juega y quien no.

El delantero galo es muy consciente que para triunfar en el Barça hacen falta dos cosas: ser un buen jugador y que Messi te bendiga. Y esta segunda parte es la que ve más difícil Dembélé.

Su estilo de juego no acaba de cuadrar con el juego de toque y posesión tan característico del Barcelona. El extremo es más de correr y driblar y buscarse la vida por su cuenta que de combinar.

Todo lo contrario que Coutinho. El brasileño, con un perfil mezcla de Iniesta y de Neymar, encaja mucho más con la filosofía del tiqui taca que tan bien le funciona a los de Valverde.

No será fácil

De momento pocos minutos han podido jugar juntos el francés y los dos cracks de la delantera, pero los que han jugado, tampoco es que la conexión haya sido brutal. Además, con este nuevo sistema implantado por Valverde, Dembélé se verá relegado a interior y no a extremo en el 4-4-2, una posición más que complicada y en la que no está acostumbrado a jugar.

En cualquier caso, Ousmane no pierde la esperanza de poder, en un futuro próximo, contar con el ok de Messi. Un ok que, sin haber jugado ni un minuto, ya tiene Coutinho.