Dembélé o el nuevo escándalo que estalla en el Barça (y es de traca)

El clamor popular en Francia lleva al delantero azulgrana al banquillo contra Perú y lo deja aún más tocado en el Camp Nou

Francia se ha convertido en el agitador del mundo futbolístico en los últimos años. Pese a que su liga demuestra año tras año que no está al nivel de sus vecinas europeas, la sensación de que todo lo procedente del país galo es bueno se ha instalado en las direcciones deportivas.

Por esa razón, el FC Barcelona ha fichado a Abidal, “experto conocedor del futbol francés”, y por esa razón se han pagado precios desorbitados por jugadores muy jóvenes que no han terminado de certificar nada al primer nivel mundial.

Es el caso de Kylian Mbappé, fue el de Paul Pogba y, por supuesto, también el de Ousmane Dembelé. En el caso del jugador barcelonista, ni siquiera había mostrado ser capaz de desequilibrar un encuentro al más alto nivel por sí sólo.

Pese a ello, la marcha de Neymar al Paris-Saint Germain y la incapacidad de cerrar los fichajes de Coutinho o Verratti llevaron al Barça a pagar 145 millones de euros al Borussia Dortmund, contando las variables.

Desde su llegada al Camp Nou, no obstante, Dembelé ha vivido rodeado del escándalo por su pobre rendimiento y su cuestionable estilo de vida. La llegada del Mundial parecía dar algo de paz al atacante, alejándole del foco, pero ha vuelto a caer sobre él.

dembele y mbappe | EFE

A pesar de las dudas iniciales, Dembelé formó de inicio ante Australia en el tridente de ataque galo. Junto a Mbappé y Griezmann, Dembelé formó en el once titular de Francia, y desencantó a los aficionados de su país.

El extremo cuajó un partido olvidable, y la sentencia le ha llegado rápidamente. Espera su oportunidad ante Perú desde el banquillo. Deschamps se lo ha cargado, y con él muchas esperanzas en Barcelona.

La directiva culé, una vez confirmado que Coutinho formará en punta de ataque junto a Messi y Suárez para buscar un centrocampista de calidad, esperaba revender a Dembelé al menos por 100 millones de euros, asumiendo su fracaso pero no así su desastre inversor.

Las ofertas que llegaban hasta ahora, sin embargo, no llegaban a las 3 cifras, y la sentencia de Deschamps en Francia hace difícil que nadie piense en subirlas. Dembelé sigue bajando y el Barça tiene una bomba de relojería entre manos.