Coutinho o “Valverde es tan buen tío que le toma el pelo”. Y Messi sabe quién es

​Philippe Coutinho ha ido ganando peso en el vestuario azulgrana desde el primer día que aterrizó en el Camp Nou. Siendo uno de los principales amigos de Leo Messi y Luis Suárez dentro y fuera del campo, el brasileño ya forma parte del núcleo duro de la plantilla de Ernesto Valverde.

Eso implica que, al margen de ser un intocable cuando rueda el balón, el carioca conoce de primera mano qué es lo que se cuece a diario en el club. Y la última que está circulando por los pasillos del feudo culé es de las gordas.

El lío con Ernesto Valverde

Y no es otro que el técnico vasco el protagonista de la historia. Cuentan desde dentro que el club le pidió al entrenador que tuviese una charla con Gerard Piqué tras el último incidente del defensa con la Guardia Urbana de Barcelona.

Fue el pasado viernes cuando dos agentes pararon a Piqué mientras conducía y, al ver que se estaba circulando sin puntos en su carné de conducir, le abrieron el expediente reglamentario correspondiente.

Una noticia que situó, de nuevo, al central en el punto de mira de todo el panorama mediático. Las críticas hacia el jugador fueron más que numerosas. De ahí que en la directiva se pusieran en contacto en el míster para que Valverde tuviese unas palabras subidas de tono con su jugador.

Las redes se ríen del tema

Algo que en las redes sociales muchos se han tomado a broma. Y es que no es ningún secreto que si algo tiene Ernesto Valverde es que tiene un carácter en el que parece difícil encajar una papel como es el de duro y represivo.

De ahí que muchos ya digan en diversos foros que “Valverde es tan buen tío que le toma el pelo”. El vasco reconoció que había hablado con él, pero la conversación no transcenderá nunca.

“He hablado con él y no creo que le tenga que afectar. Siempre está en boca de todos, muchas veces sin quererlo, es algo que va a llevar de la mejor manera, no tengo duda”, aseguró en rueda de prensa. Una conversación de la que Messi está al tanto y que, como aseguran desde sectores cercanos al vestuario, no fue ni mucho menos una bronca.