“Aquí no lo quiero”. La última orden de Messi (o el escándalo que llega a Florentino Pérez)

El argentino mira con lupa los movimientos de una dirección deportiva cuyo ojo para los fichajes queda mal parada en comparación con el Real Madrid

Leo Messi ya está bajo las órdenes de Jorge Sampaoli, pero no pierde de vista en ningún momento lo que ocurre en Barcelona. El argentino sabe que su selección tiene difícil proclamarse campeón en el Mundial de Rusia, y ya trabaja para tratar de conquistar un nuevo Balón de Oro en su club.

Por ese motivo, ha dejado instrucciones claras a su entorno de qué operaciones aprueba durante el verano, y ha sido especialmente contundente en una de ellas. “Aquí no lo quiero”, ha pronunciado tajante ante la dirección deportiva.

La peor operación del Barça

Douglas llegó en verano de 2014 y desde que aterrizó en el aeropuerto de El Prat ha sido un problema para la reputación del Barça. El sólo recuerdo de su fichaje saca los colores en la ciudad deportiva Joan Gamper.

Nadie entendió su fichaje más allá de algún pacto secreto en la operación Neymar, y las sospechas de aficionados, prensa y jugadores barcelonistas se confirmaron en cuanto el brasileño saltó al campo.

 
No tenía nivel para la Liga española y con el tiempo sólo ha conseguido tapar sus carencias, pero no convertirse en un buen jugador. Por eso el equipo azulgrana no es capaz de colocarlo en ningún traspaso, y por ello Messi avisa. No quiere contar con lastres en la plantilla.

La indignación del diez culé es aún mayor cuando analiza los movimientos de mercado del Madrid desde entonces, especialmente uno que se produjo ese mismo verano de 2014 y que ahora realza el trabajo de Florentino Pérez.

La comparación odiosa

Mientras el Barça se dedicaba a pagar 4 millones de euros fijos más 1,5 en variables por Douglas, el Madrid prefirió invertir 4,5 fijos en un joven balear que había llamado la atención tras unas palabras del propio tenista Rafa Nadal.

Marco Asensio pasó a formar parte del Real Madrid después de destacar en Mallorca y la historia es de sobra conocida desde entonces. El balear trabaja para ser importante en su segunda final de Champions  League y su primer Mundial. Douglas, en cambio, ni está, ni se le espera.