La oscura trama que esconde la demanda de Jaume Roures contra el Barça

"Lo del espionaje continuado es una invención de Roures, aunque puntualmente se produjo alguna filtración"

Una venganza. Así es como ve el ex presidente del FC Barcelona Sandro Rosell la interposición de una querella por espionaje promovida por Jaume Roures, dueño de Mediapro. Su círculo íntimo asegura que «Roures perdió los derechos del Barça hace seis meses. Aquí tenía un monopolio con TV3 y alguien dijo basta. ¿Y quién es ese alguien? Sandro Rosell», escenifican desde el entorno del ex mandatario culé.

Rosell reconoció, en un encuentro que tuvo con Roures, que le habían llegado correos del directivo de Mediapro, pero que los borró inmediatamente. «Lo del espionaje continuado es una invención de Roures, aunque puntualmente se produjo alguna filtración», añaden las fuentes citadas.

Rosell, víctima

Todo se debe, pues, a una «venganza porque Mediapro era el que más ha facturado y el que tenía los derechos de televisión de la Liga. Los derechos del Barça ya venían de la era Laporta pero fue Sandro Rosell el que inició la operación para acabar con el monopolio. Por eso está dolido Roures y quiere ir a por él». En estos círculos están convencidos de que si Mediapro no hubiera perdido los contratos con el Barça y TV3, no se hubiera presentado la querella.

En la cúpula del Barça se considera que lo que ha querido hacer Roures es juego sucio para presionar al club. De ahí que haya interpuesto la querella no sólo contra el propio Rosell, Joan Carles Raventós, Robert Cama y las empresas Bonus Sport Marketing (de Rosell) y Socktel Servicios Informáticos (de Cama, el informático que supuestamente robó los correos de Roures y se los dio al mandatario culé), sino también contra el FC Barcelona. Y más: dejan caer que el que sí fue espiado era Sandro Rosell, tanto por una controvertida agencia de detectives de Barcelona para pasar información a la cúpula culé como por un directivo empresarial y futbolístico de Madrid así como por algún empresario barcelonés.

El camino equivocado

«El club no tiene nada que ver en esta historia, que parece ser un asunto personal entre Roures y Rosell», dice a Diario Gol un alto dirigente blaugrana. Por eso, en su comunicado del viernes, el Barça advertía de que se personaría en la causa para solicitar el archivo de la querella en todos aquellos aspectos que tuvieran que ver con el club.

Y en éste lo tienen claro: el Barça jamás ordenó espiar a nadie ni pagó por esos servicios. Por tanto, «que el señor Roures dirima sus asuntos privados con quien tenga que dirimirlos, pero no con nosotros. A nosotros no nos va a presionar con eso».