La vida loca de Sergio Ramos fuera del Real Madrid llega a Florentino Pérez

Inédito. A Sergio Ramos todavía no se le ha visto vestido de corto en el 2018. El capitán sufrió “una lesión muscular en el sóleo izquierdo” y está “pendiente de evolución”, según informó el Real Madrid el pasado 5 de enero.

Sí se le vio el pasado domingo en el partido que el Madrid perdió contra el Villarreal (0-1) en el Santiago Bernabéu. Concretamente, el de Camas estuvo en el palco del estadio blanco, ataviado con un modelito que todavía hoy está dando que hablar.

Al margen del mejor o peor gusto por la ropa del defensa, todo apunta a que el central no tardará mucho en reaparecer. El diagnóstico apuntaba a que causaría baja entre dos y tres semanas, con lo que no puede tardar mucho en volver al centro de la zaga blanca.

Preocupados por Sergio Ramos

Pero en la T4 del Santiago Bernabéu, así como en el vestuario, existe cierta preocupación con el jugador, y no precisamente por su dolencia.

El rendimiento del jugador ha bajado considerablemente esta temporada. Sergio ya ha sido expulsado en dos ocasiones, mientras que recibir un promedio de casi un gol por partido –los blancos han recibido no 26 tantos en 29 encuentros entre Copa, Liga y champions– no son registros con los que un equipo pueda aspirar a todo.

Asimismo, tanto en la cúpula del Bernabéu como entre el cuerpo técnico lamentan que está demasiado pendiente de temas extradeportivos. Como ya ocurrió en el pasado, Sergio Ramos aprovecha cualquier descanso para trasladarse a Sevilla.

Ramos tiene la cabeza en otro sitio

Apuntan los responsables que el andaluz vuelve a estar más pendiente de sus negocios en la capital andaluza que de lo que ocurre en el club.

Además, el defensa espera junto a Pilar Rubio al tercer hijo de la familia, que en pocas semanas pasará a ser numerosa, le aleja todavía más del tema futbolístico.

Desde el club no le piden que descuide a Pilar, ni mucho menos. Pero le recuerdan que no se puede estar por todo.

O esta por el Madrid y por su mujer y sus hijos, o por sus negocios, pero nada más. Porque el que mucho abarca, poco aprieta, y Ramos tiene que apretar el acelerador en el Madrid.