Cristiano Ronaldo revienta un fichaje de Florentino Pérez con un “no lo quiero en el Real Madrid”

El crack portugués no quiere ni oír hablar de una operación galáctica de su presidente

Que el Real Madrid tiene un problema en ataque no es una novedad. Este temporada sus delanteros no están rindiendo al nivel que se espera de ellos y es por eso que Florentino Pérez ya se ha puesto las pilas y ha buscado un refuerzo de lujo.

El presidente del Madrid sabe que la BBC ya no es lo que era y quiere darle un giro brutal a la artillería blanca. Eran muchos los nombres que sonaban, pero finalmente Pérez, tras meditarlo muy bien y hablarlo con la secretaría técnica, ya ha elegido al próximo galáctico.

Mauro Icardi. El astro del Inter de Milán es uno de los delanteros más en forma del panorama europeo y está reclamando a gritos que alguien lo rescate de una liga tan venida a menos como es la italiana.

Cristiano se niega

Icardi es sinónimo de lo que le falta este año al Real: gol. El argentino es un autentico killer y todo lo que ocurre en el Inter pasa por sus botas. De ahí que el club blanco ya tenga preparados nada más y nada menos que 92 millones de euros.

La intención que tienen en el Bernabéu es no esperar a que acabe la temporada e ir a por él ahora, en el mercado de invierno. Se prevé que Mauro pase reconocimiento médico a finales de mes, aunque él declare o contrario.

El caso es que los clubes, lo nieguen o no en público, ya están negociando. Pero a Florentino le ha salido una piedra en el zapato. Y una piedra difícil de sacar. Cristiano Ronaldo ya le ha comunicado que no le gusta la posibilidad de que Icardi aterrice en el vestuario blanco. “No lo quiero en el Real Madrid”. Un mensaje claro y directo.

Dos gallos

El portugués, que si algo tiene es ego, sabe que si el crack del Inter llega a Valdebebas, su trono estará en peligro. Pero al margen del ego de Ronaldo, hay otro motivo por el cual el luso no quiere ni ver a ‘Maurito’.

El carácter del argentino es difícil. Es un jugador muy joven que no se muerde la lengua y que siempre está dispuesto a tener la última palabra. Un carácter que choca frontalmente con el de CR7, que está más acostumbrado a tener compañeros de perfil bajo como Karim Benzema o Gareth Bale.

Con un gallo en el vestuario del Madrid ya es suficiente, piensa Cristiano. El problema es que al presidente y a la secretaría técnica les preocupa más la falta de gol y de capacidad ofensiva que el perfil bajo de los miembros del vestuario. Y allí, por mucho que le duela, ‘Cris’ poco puede decir.