“Messi está avergonzado”. Y no es por la manita del Levante (o el jugador que tira de la manta)

Hacía meses que el Barça estaba jugando con fuego. Se quemó, y mucho, en Roma, y lo volvió hacer el pasado domingo ante el Levante. Dos palos muy gordos para los barcelonistas que, pese a haber conseguido Liga y Champions, están dando la razón a las muchas voces que vaticinan que los de Ernesto Valverde están cayendo en picado.

Entre ellos las de un cracks que se formó en la cantera y que ahora, lejos ya del Camp Nou y de la presión del club, no se muerde la lengua. Y no es otro que Marc Crosas. El catalán, mucho antes del desastre del Ciutat de València, lanzó un aviso: no se están haciendo bien las cosas en el Barça.

Y fue muy contundente respecto al diferente estado entre los culés y el Real Madrid: “Si (el Madrid) ganan cuatro Champions en cinco años en la era del mejor jugador de la historia en el Barça, a algunos se les debería caer la cara de vergüenza.».

Dos polos opuestos

La dolorosa derrota ante un modesto como es el Levante no ha sido más que una confirmación. Dolorosa para muchos, pero que se veía venir. Eso sí, el problema viene de lejos. Mientras los blancos están en racha, sobre todo en Europa, donde han dominado la Champions en los últimos años, los culés naufragan año tras año.

Y de manera estrepitosa. La temporada pasada quien les pintó la cara fue la Juventus, y este año no fue otro que la Roma quien, pese a tenerlo todo en contra, remontó una eliminatoria que dejó en ridículo a los de Ernesto Valverde. Un ridículo que quedará tapado por el doblete, pero que puede ser aún mucho mayor en el futuro.

Leo Messi y la generación perdida

Y es que, por mucho que de puertas hacia fuera no se diga nada, en el Camp Nou hay muchas opiniones en contra de la gestión del equipo en los últimos años. Un equipo que, poco a poco se ha ido desmenuzando.

Lo que debía ser una época dorada en el Barça (lo fue en su momento) ha acabado en un equipo que depende exclusivamente de un Leo Messi que está demasiado sólo. Cuando no está, el equipo se hunde de manera preocupante.

Los fichajes de los últimos años, han sido, la gran mayoría, un desastre, y se ha echado a perder una generación que iba para hacer historia. Los Gerard Piqué, Sergio Busquets, Jordi Alba, etc., estaban en disposición de, con el mejor jugador de la historia a su lado, arrasar con todo. Pero no lo han conseguido.

Entre otras cosas porque la secretaría técnica ha ido dando palos de ciego año tras años. Excepto los fichajes de Samuel Umtiti y de Philippe Coutinho, el resto no han aportado nada.

Ni André Gomes, Arda Turan, Paco Alcácer, Digne, Yerry Mina, Semedo, Dembélé, Denis Suárez o Thomas Vermaelen han subido el nivel de una plantilla que ahora hace evidente su falta de potencia.

El Barça cae mientras el Real Madrid crece

Todo esto es lo que ha llevado a que, ahora que los pesos pesados del equipo se están haciendo mayores y toca regenerar el vestuario, los grandes cracks mundiales estén dando la espalda a las propuestas culés.

Y, para dolor de Messi y de muchos barcelonistas, ven el Santiago Bernabéu como el mejor campos donde ir a jugar a día de hoy. No son pocos los jugadores que han visto que la época dorada del conjunto catalán ha pasado y ahora apuestan por los merengues.

Y jugadores que, o son ya estrellas mundiales, o van en camino. Sólo hace falta ver los nombres que están siendo relacionados con el Madrid para darse cuenta de la gran diferencia.

Neymar, que se marchó del Barcelona viendo que la cosa no iba bien, Mohamed Salah, Eden Hazard o Paulo Dybala, entre muchos otros, están a la espera de la llamada de un Real que está en forma y que, avisan desde dentro, que tienen equipo para durar muchos años más.

Este verano será un verano movido en el Bernabéu, y Florentino está dispuesto a, ahora que ve que el Barça está tocado, rematarlo. Vendrán galácticos que, sumados a la plantilla actual, harán que los fichajes del Barça se queden en nada.

Y todo esto ante la atenta mirada de un Messi que, tal y como apuntaba Crosas, está más que avergonzado viendo como, en sus mejores años, el Madrid le está pasando por encima.